Qué viajero no ha imaginado un viaje por esta jungla, no solo para admirar sus enormes árboles e impresionante río, sino también para adentrarse en la fuente de vida del planeta, el origen de gran parte del aire que respiramos, del agua que bebemos y del clima del que dependemos. Pero si se espera vivir una experiencia digna del Discovery Channel, resultará decepcionante, pues las vivencias en el Amazonia son más sublimes que excepcionales: recorrer en canoa un bosque inundado, dormitar en una hamaca río arriba en un barco y despertarse con el grito sobrenatural de los monos aulladores. Es curioso que en un río tan célebre por su magnitud, lo más especial resida en las pequeñas cosas.
• Deslizarse entre el bosque inundado de la Reserva de Desenvolvimento Sustentável Mamirauá en busca del mono uacarí.
• Atreverse a hacer un circuito de supervivencia por las afueras de Manaos.
• Compartir la dura vida de los recolectores del caucho en la Floresta Nacional do Tapajós, cerca de Alter do Chão.
Incluye: Pará, Belém, Ilha de Marajó, Santarém, Palmas, Amazonas, Manaos, Raraima, Boa Vista, Rondônia, Porto Velho, Acre.