Estamos en 1962. La vida discurre con aparente tranquilidad en Greenwood, un suburbio de Connecticut que es la viva imagen del sueño americano: familias unidas, prósperas y felices, paseos por la playa y fiestas regadas de alcohol en bonitos jardines. Jerry Conant y Sally Mathias inician una relación adúltera y fantasean con contraer matrimonio, sin saber que sus respectivos cónyuges, Ruth y Richard, también tienen una aventura.
A lo largo de cinco capítulos simétricos, la prosa luminosa y mordaz de Updike narra los vaivenes de este cuadrado amoroso y hurga en la conciencia desgarrada de unos personajes atrapados entre el orden y el caos, la culpa y la redención, el ideal de la paz familiar y el deseo sexual: «Tal vez nuestro problema es que vivimos en el ocaso de la vieja moral, de modo que aún queda la suficiente moral para atormentarnos, pero no la suficiente para mantenernos presos».