“Este es un libro diferente de todos los anteriores que escribí. Entiendo que hubiera sido más fácil hacer un manual para padres. Sin embargo, no lo hice porque desde hace algunos años, en una escalada creciente, mi práctica clínica se ha visto atravesada por la presencia de padres que acuden desconcertados y en algunos casos desesperados. En sus relatos manifiestan que no encuentran respuestas concretas para saber qué deben hacer para transformarse en buenos padres”, escribe Fernando Osorio en la introducción de su nueva obra. Padres desconcertados, padres desesperados. Padres que, en pocas palabras, no saben cómo actuar con sus hijos para recuperar, recomponer o desarrollar ese vínculo, ese ida y vuelta que les confirme que están en el camino correcto, el de los buenos padres. Porque, en definitiva, como sostiene Osorio a lo largo de este trabajo, siempre serán los hijos quienes se encargarán, de modo franco, de hacerles sentir a los padres ese “estado habitual” de no ser buenos. Por eso, es necesario repensar el propio rol, el que desarrollan ante sus hijos. Y es ahí donde Cómo ser buenos padres, lejos de la dinámica de un catálogo de consejos, pasa a ser un libro vital, indispensable, práctico: un aliado ideal en la batalla cotidiana por los afectos.