Si el viajero adora el vino, el buen comer, la primavera eterna, el arte urbano, el esquí, las excursiones, montar en bicicleta de montaña, el surf o simplemente quiere relajarse en costas perdidas, hay un lugar en Chile central que le cautivará. Es la región vinícola más importante del país; y las bodegas, los confortables alojamientos y los desayunos de los valles de Colchagua, del Maule y de Casablanca, bañados por el sol, seducirán su paladar y sus sentidos.
• Perderse por el empinado laberinto de pasajes con murales que recorren las 42 colinas de Valparaíso.
• Girar la copa, oler y saborear tintos complejos con mucho cuerpo en las bodegas del valle de Colchagua.
• Seguir las huellas del náufrago que inspiró la novela Robinson Crusoe en el archipiélago Juan Fernández.
Incluye: Valparaíso, Viña del Mar, Valle de Colchagua, Pichilemu, Curicó, Valle del Maule, Chillán, Termas de Chillán y Valle Las Trancas, Concepción y Archipiélago Juan Fernández.