Durante un siglo, el norte de Patagonia fue la región más agreste y remota del Chile continental. Pese a su dureza, es una tierra de bellos paisajes, frondosos bosques húmedos, estepas cubiertas de maleza y picos inexpugnables en el horizonte; sin embargo, su esencia es el agua: desde cristalinos ríos y cascadas, hasta lagos color turquesa, enormes glaciares y laberínticos fiordos. Muchos viajeros que van al sur pasan de largo en su afán por llegar al Parque Nacional Torres del Paine, pero los tesoros ocultos del norte de Patagonia compensan con creces a los espíritus aventureros.
• Remar por los neblinosos fiordos y caminar por la pluvisilva del fantástico Parque Nacional Pumalín.
• Admirar granjas rurales, ríos salvajes y glaciares colgantes a lo largo de la mítica Carretera Austral.
• Montar a caballo en apartadas pistas andinas con vaqueros tradicionales por la Patagonia pionera.
Incluye: Hornopirén, Parque Nacional Pumalín, Chaitén, Futaleufú, La Junta, Puyuhuapi, Coyhaique, Chile Chico, Reserva Nacional,Lago Jeinimeni, Cochrane yVilla O'Higgins.