El autor pasó el año del Gallo en China, escuchando a los rebeldes en
busca de libertad. Ha podido restituirles la palabra después de un
prolongado viaje por pueblos y provincias ajenos al imaginario habitual.
A lo largo del año 2005, el año del Gallo de acuerdo con su calendario,
China ha sido sacudida por innumerables revueltas: reclamos de
campesinos, sublevaciones religiosas, huelgas obreras, peticiones de
militantes demócratas, movimientos ecologistas. A medida que China se
acerca al resto del mundo, el pueblo mismo informado -gracias, en
particular, a Internet- se rebela contra la tiranía del Partido
Comunista.
La injusticia creciente, la corrupción del poder, la censura, la
vigilancia continua, la propaganda, la represión indignante sobre los
ciudadanos que protestan porque han advertido ya la condición de
descarte a que fueron reducidos millares de campesinos no adaptados al
modelo de desarrollo industrial del Partido son algunos de los temas
tratados en este libro.
¿Quién, en Occidente, presta atención a los chinos? Hombres de estado y
hombres de negocios siguen fascinados por el Partido y su presunto
éxito. Prefieren dar por ciertas las verdades oficiales que simpatizar
con los defensores de la democracia en China. Esta peligrosa miopía
ignora la realidad del país e insulta su futuro.