Colombia es sumamente brillante, auténtica y única. Sin embargo, falencias que constituyen su estructura y cuyos efectos siguen en vigor impiden su verdadero progreso. No es la mala suerte, ni mucho menos la divina providencia la causa de nuestras desdichas, sino la historia misma, el cauce por el que transita el devenir de la maltratada América desde que llegó Europa.Así, un viaje que comience en la primera causa de Colombia, que es el contacto con el bárbaro y oscuro Occidente judeocristiano, y que termine en los tiempos de hoy, entrelazado con coherencia y demostrando que todo es un juego de las mismas fuerzas, de la misma voluntad de poder; que al final invite a la construcción de un nuevo paradigma de lo moral, nos hará encontrar el sentido que requerimos con urgencia si queremos enderezar el camino.Sobre estas ideas reflexiona el autor en este apasionante y vivaz ensayo, que es a la vez un ameno recorrido por la historia de Colombia —y del mundo—, muy amigable para el lector contemporáneo; y muy nutritivo para el buen lector, pues el rigor intelectual del libro es un asunto que merece resaltarse.