Hablar no es la única forma con la que podemos comunicarnos.
El núcleo central del recorrido de esta obra está regido por la idea de que la comunicación, ya sea oral, pictográfica o gestual, debe perseguir como meta el alcance de la máxima competencia lingüística posible, más allá de las herramientas que sean seleccionadas. No sólo presenta la evolución e implementación de las herramientas tecnológicas y no tecnológicas para la Comunicación Aumentativa Alternativa (CAA), sino que especialmente propone una intervención centrada en la persona, sus objetivos y las estrategias que tanto ella como quienes la rodean pueden aprender para favorecer su mutua comunicación diaria. El libro acota el universo de las personas con necesidades complejas de comunicación al rango etario de niños y adolescentes, guiando a padres, docentes y profesionales en la elección y aplicación de los recursos que servirán para dar funcionalidad a la comunicación y el lenguaje.