Apuntes francos y amables que ayudarán al treintañero a prepararse para lo que se le avecina y enfrentarlo con buen humor.
¡Se acercan los cuarenta!
Ya no somos unos jovencitos, pero nos gusta andar en patineta y no hemos perdido nuestra afición a los videojuegos. Sí, vemos películas de superhéroes, estamos pendientes del último gadget y nos vestimos con jeans, playera y tenis.
Algunos nos negamos a envejecer, pero eso no quiere decir que no crezcamos como personas ni que a todas horas nos domine el espíritu infantil.
Este libro no solo está dirigido a los chavorrucos consumados, sino para todo el que mire con curiosidad los cambios ocurridos en el mundo desde su adolescencia y quiera reflexionar sobre el amor en tiempos de Tinder, las formas contemporáneas de la espiritualidad, las trasformaciones que ha traído internet a nuestra vida diaria o la era dorada de la televisión.