El principal atractivo de esta región es de sobra conocido: el volcán Arenal, hoy dormido entre viejos campos de lava, fuentes termales burbujeantes y un lago sensacional. Más al norte, por los ríos salvajes y la selva tropical de las llanuras, se descubrirá la Costa Rica auténtica, donde se imponen las explotaciones agrícolas y la naturaleza. Desde la frontera con Nicaragua hacia el sur y hasta la cordillera de Tilarán, las fincas de banana, caña de azúcar y piña se suceden por las húmedas y onduladas llanuras. Aquí, el turismo rural complementa una economía tradicionalmente basada en la agricultura. Se podrá ver guacamayos, surcar atronadores rápidos y lagunas de un azul intenso y, al final del día, descansar en alojamientos rurales en reservas particulares de pluvisilva. Quien esté ahíto de las hordas de turistas debe encaminarse a esta región, todo un antídoto de revitalizante vida campestre y belleza salvaje.
• Subir el cerro Chato en el Parque Nacional Volcán Arenal y contemplar el lago de aguas turquesas del cráter.
• Aliviar los doloridos músculos con un baño en las piscinas calentadas por el volcán de EcoTermales Fortuna.
• Admirar las vistas panorámicas del lago o el volcán desde la elevada y encantadora El Castillo.
• Mapas.
• Transporte.
Incluye: La Fortuna, Parque Nacional Volcán Arenal, El Castillo, Laguna de Arenal, Los Chiles, La Virgen, Chilamate y alrededores, Puerto Viejo de Sarapiquí.