Una larga guerra ha destrozado desde dentro al otrora poderoso Imperio de Dáladon. Después de cinco años de asedio, en Siar aún resisten el empuje del ejército de los fenóritos, y mantienen en alto la bandera del Imperio. Sin embargo, con el emperador y los reyes muertos y casi todas las ciudades ya caídas en manos del enemigo, los últimos defensores de la ciudad se aferran ya solo al amor patrio y a una antigua y oscura profecía que podría significar la última esperanza para que el mundo que conocieron no caiga en la oscuridad del olvido.