En 1951, Milton Mayer, un conocido periodista judeoamericano, se mudó con su familia a una pequeña ciudad alemana con el objetivo de estudiar qué había hecho posible el ascenso del nazismo, entendido como «un movimiento de masas y no la tiranía de unos cuantos seres diabólicos sobre millones de personas indefensas». Para ello, trabó amistad con diez alemanes de a pie. No eran ciudadanos influyentes, pero habían sido miembros del partido nacionalsocialista. Partiendo de las conversaciones que mantuvo con sus «amigos» nazis, a quienes dedica este libro, Mayer expuso de manera brillante las justificaciones espurias, el antisemitismo velado o declarado, la ceguera voluntaria y la abdicación moral que permitieron a ciudadanos, en muchos aspectos ejemplares, aplaudir o mantener un silencio cómplice ante las políticas de Hitler.
La primera edición de Creían que eran libres, finalista del National Book Award en 1956, tuvo poca repercusión popular en una época en la que la gente prefería olvidar el horror reciente de la guerra. Con el tiempo se ha convertido en un clásico que, como los estudios de Hannah Arendt, ilumina tanto el pasado como las derivas autoritarias y populistas del presente. Ahora se publica por primera vez en castellano con un epílogo del historiador Richard J. Evans que lo sitúa en su contexto histórico y explicita sus conexiones con la época actual.