Creo que jamás había sentido lo que es romperse, desquebrajarse sin control, poco a poco, lentamente, hasta creer que ya no puedes más. Y jamás lo habría sabido si Adam no hubiera arrasado con todo.
Adam. El cantante de pop rock de moda; atractivo, sexy, con ese halo de peligrosidad que hace que salten todas las alarmas, y con esa voz que enciende algo en mi interior que solo él ha sido capaz de apagar de la forma más intensa que he conocido.
Y os juro que no quería, pero… fue inevitable. Supo jugar muy bien sus cartas y creo que yo, sin darme cuenta, perdí la partida en algún momento. Muchas veces me pregunto si cambiaría algo de lo ocurrido. Sin pensarlo mucho diría que sí, pero si lo hiciera no seríamos nosotros en este momento.