Desde los aborígenes australianos hasta los indios americanos, pasando por Asia y por Europa, todos los pueblos tienen sus cuentos de mentirosos.
Para bien y para mal, animales o humanos, los pícaros recorren el mundo buscando víctimas para sus divertidos trucos y engaños. Hasta aprendieron a usar Internet, porque la tecnología cambia mucho... pero la gente no. Así que ya están avisados: si abren este libro, ¡cuidado que hay trampa!