¿Por qué en nuestro país, tan rico en producciones culturales de toda índole, sólo las que se hacen para los medios masivos llegan a las mayorías mientras que las otras sólo a unos cuantos? Esta pregunta propicia una reflexión que oscila entre lo público y lo privado, lo local y lo global, y deriva en la propuesta de una nueva articulación de los territorios culturales que permita que sean vasos comunicantes y no espacios aislados.