El libro II, Procesos del conocimiento y contenidos específicos, aborda, por un lado, procesos comunes a las diferentes edades y contenidos educativos, como el desarrollo de la memoria, la representación, el cambio conceptual y el pensamiento. E incluye capítulos específicos sobre la comprensión de nociones sociales e históricas, morales y científicas, así como del sistema alfabético de escritura –cuestión capital en cualquier sistema educativo– entre otros dominios de conocimiento. Una obra que, a diferencia de las tradicionalmente producidas en el campo, no elige un contexto explicativo de carácter etáreo, por lo cual no responde solamente a las etapas de desarrollo o ciclos escolares. Por el contrario, profundiza en la influencia de la especificidad de los diferentes contenidos a la hora de comprender cómo el conocimiento puede convertirse en una herramienta simbólica poderosa, dentro y fuera de la escuela. Así, los estudios que la obra incluye nos ofrecen la imagen de un ser humano mucho más competente de lo que tradicionalmente se había postulado y con enormes potencialidades, que la educación puede contribuir a desarrollar activamente.