Una apasionante historia de denuncia y ciencia ficción sobre la tragedia que experimenta una familia tras la llegada de una multinacional a su pueblo.
A San Isidro, un pueblo alejado de todo, ha llegado una multinacional que quiere apoderarse de los suelos para sembrar maizales transgénicos. Samuel se niega a venderles la tierra que le queda, mientras ve cómo sus cultivos se marchitan y su matrimonio se derrumba . Liliana, su esposa, lo único que quiere es alejar a su hija de las pestes y de la guerra silenciosa que azotan el pueblo. Pero como si se tratara de un castigo, pareciera que ese lugar es el único infierno en el que merecen vivir.
La crítica ha dicho...
"Con un ritmo vertiginoso y una prosa certera y potente, Cristian Romero nos lleva en Después de la ira a un mundo arrasado por la sequía, en el que una multinacional se está adueñando de las tierras. Los cultivos han sido cercados, el calor es agobiante, el aire está cargado de pesticidas, la gente y los animales enferman y todo el tiempo se cierne la amenaza de una plaga de langostas creada por el hombre. Pero Samuel no quiere vender. Terco, se aferra a su pedacito de tierra -lo único que le queda- y sigue luchando, en medio de la adversidad, por un último rayo de esperanza".
Pilar Quintana
"Cristian Romero ha escrito una novela sorprendente, que mezcla con naturalidad el clásico realismo de denuncia con la ficción especulativa, para mostrarnos que el futuro ya ha llegado y es más inquietante de lo que creíamos".
Edmundo Paz-Soldán
"Uno avanza como por una alucinación en esta hipnótica historia de Cristian Romero. En ella, el horror no tiene un centro ni el tiempo un asidero. Uno entra y sale y avanza y retrocede, pero San Isidro, su población y su suerte, siempre están un paso más allá. Hay ciertas imágenes que emanan de Después de la ira que provocan una desolación primigenia ligadas a esa gente estropeada, atrapada en un lugar en ruinas. En el centro del centro de la historia, mítica y bíblica a la vez, ruge la devastación. Esta es una gran novela".
Gabriela Alemán