Una novela gráfica basada en el periodo depresivo de la autora y su lenta recuperación.
Maliki siente una tristeza invalidante. Un pozo de inconformidad y decepción. Para salir de la hondonada recurre a terapias alternativas y tradicionales, pero el camino es arduo, sinuoso, lleno de altibajos. Ya no hay alternativas: debe enfrentar a sus fantasmas y comprenderlos para seguir avanzando.
Dotada de una descollante destreza gráfica y narrativa, Marcela Trujillo —una de las dibujantes chilenas más reconocidas de los últimos años— entrega un diario autobiográfico ejemplar y perdurable. Una obra desgarradora que interpela a nuestros monstruos personales. Una luz oscura que se vuelve diáfana y, también, entre muchos logros, un entrañable homenaje al poder curador del arte: a veces la última boya donde podemos aferrarnos y, desde el agua, mirar hacia atrás y perdonarnos.