Esta antología reúne tres piezas muy diferentes que, con técnicas originales, cuentan tres historias: la vida de una pareja construida con detalles y fragmentos, instantes casi fotográficos que muestran un doloroso tránsito hacia el final en Casi que no está; escenas de una época que marcó la vida de nuestro país y personajes que atraviesan los vaivenes de una crisis cuyo recuerdo todavía persiste en Impresión animal; y la más personal pero no por eso menos magnética y conmovedora, Mi propio Kadish, en la que Melisa Freund rinde homenaje a su padre, el dramaturgo Juan Freund.