«El sexenio de Duarte es un gran ejemplo de la forma en que opera el sistema político mexicano. Duarte no es una anormalidad, sino un caso más»
Daniel Moreno / Del Prólogo
Javier Duarte encarna la definición de «político corrupto»: saqueó las arcas públicas, robó miles de millones de pesos, creó una red para ocultar sus delitos, alimentó los compadrazgos, despreció la ley y ultrajó al pueblo que gobernaba. Pero el veracruzano no es un caso aislado...
El exgobernador pudo perpetrar sus transas gracias a que fue protegido por sus compañeros priistas: su «logro» fue llevar a un nivel delirante usos y costumbres de sus correligionarios.
Duarte: el priista perfecto documenta a detalle la vida del hombre que Enrique Peña Nieto presumió como ejemplo de «la nueva generación» del PRI. Con un ritmo trepidante, el reportero Arturo Ángel reconstruye la historia del exmandatario, desde su infancia de pobreza en Córdoba hasta sus cenas de 300 mil pesos enVeracruz, desde su meteórico ascenso en los pasillos del poder en Xalapa hasta su derrumbe en los calabozos de Guatemala.
El periodista -coautor de la investigación que llevó a la captura de Duarte- explica el sistema empleado para desfalcar a todo un estado, da nombres y apellidos de los cómplices del político y ofrece una legión de datos acerca de la cleptómanía del priista y sus protectores.
Finalmente, Arturo Ángel lanza la alerta: el esquema de robo usado por el exgobernador sigue vivo y se expande. A fin de cuentas, si Duarte robó, lo hizo también para financiar campañas políticas; las redes de impunidad que creó ya operan en otros estados, sus padrinos siguen medrando y decenas de sus cómplices y mentores aún disfrutan de total impunidad