Henry Petroski demuestra en este ensayo que el avance tecnológico y la mejora en el diseño es más una reacción ante la frustración por algo que no funciona bien, que una forma de responder a nuevas necesidades. A lo largo del libro se destaca que no existe un camino más seguro a la ruina que el crear a partir de éxitos pasados; de esta manera el autor arroja una nueva luz sobre algunos fracasos espectaculares: desde los desastres de los transbordadores espaciales hasta la caída de las torres gemelas de Nueva York.