No siempre nos enamoramos de la persona idónea…Y eso es precisamente lo que opina Andaira, una bondadosa, ingenua e inocente angelita que tendrá la mala suerte de coincidir con Zirtaeb, un diablillo de lo más canalla, gamberro y embaucador que provocará que el casto y puro estilo de vida de ese ser celestial dé un giro de ciento ochenta grados. Ya se sabe que con el demonio adecuado, cualquier infierno es perfecto, y que todo ángel necesita a un diablo que le invite a pecar de vez en cuando y que no se le puede hablar de límites a quien nunca los tuvo.…
Sin embargo, las apariencias no siempre cuentan la verdad, y ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos, ya que la delgada línea que separa el bien del mal puede llegar a ser incluso invisible.
Además, el amor no entiende de prohibiciones, puesto que no existe en el universo sentimiento alguno que sea más poderoso, fuerte e indestructible.