¿Qué tienen en común un chef de alta cocina ansioso por redimirse y una diseñadora de ropa interior obligada a encargarse de un restaurante pese a no tener nociones de cocina?
Lo mal que se llevan y lo mucho que se desean...
Cuando Ginebra aceptó a regañadientes hacerse cargo del restaurante de su abuelo en una de las avenidas más concurridas de Nueva York, nunca imaginaría que era un castigo divino a punto de sacudir todo su mundo. Y es que nadie, ni siquiera la persona más preparada, sabría cómo lidiar con el soberbio, excéntrico e irritante Massimo De Luca.
Un chef dispuesto a todo para redirigir su vida y recuperar el reconocimiento que perdió tras la peor época de su vida. Incluso si eso implica seguir las órdenes de una mujer que no sabe diferenciar entre freír y asar, y le despierta emociones que creía dormidas para siempre: irritación, desesperación y una pasión capaz de quemarle las venas.