Con tan sólo mencionar al Chavo del Ocho puede ponerse a la gente de buen humor.
La gracia del Chavo del Ocho ha hecho reír al mundo durante 35 años, pero también se hace reflexionar; en la vecindad en que vive también han cabido el sarcasmo, la ingenuidad, la denuncia, la nostalgia, el ingenio, la ironía.
Y es por eso que no hay este libro un solo párrafo que no contenga algo interesante; así, por ejemplo: "Los animales que comen carne se llaman carnívoros; los animales que comen frutas se llaman frutívoros; los animales que comen de todo se llaman ricos", "El profesor dijo que los primeros que usaron a los caballos fueron los chinos, pero la chilindrina dice que no, que antes los usaron las yeguas", "Y también había un presidente que se llamaba Porfirio Diaz, que fue el que por más tiempo soportó a los mexicanos ", etcétera.
Además, ilustran esta edición dibujos del propio Roberto Gómez Bolaños.