No habría materia, y sus componentes más elementales aún estarían dispersos por el vasto espacio, de no ser por el llamado “bosón de Higgs”, partícula que hasta hace poco era sólo una conjetura teórica. La comprobación experimental de su existencia es por ello uno de los principales logros de la ciencia contemporánea, alcanzado gracias al que tal vez sea el proyecto multinacional más ambicioso de todos los tiempos: el Gran Colisionador de Hadrones. En estas páginas, Herrera Corral explica la importancia del descubrimiento y algunos de los experimentos que condujeron a ese feliz desenlace, da cuenta de los vínculos de científicos mexicanos con el monumental colisionador cercano a Ginebra y expone las teorías más actuales sobre la estructura de la materia, el origen y la evolución del universo, demostrando que el hallazgo del bosón de Higgs es sólo un pequeño gran paso en nuestro conocimiento del cosmos.