Un escritor maduro y solitario, al que hace tiempo que no le llega la inspiración, conoce casualmente a una muchacha mucho más joven que él, que acaba de perder a su novio en uno de los dos trágicos sucesos, casi simultáneos, con los que se abre la novela. Sus destinos se unen para encontrar una explicación a la muerte del muchacho, que la policía y la prensa han achacado, tras cerrarse el caso, a un ajuste de cuentas por asuntos de drogas. La joven niega la versión oficial, incluso en contra de la propia familia del fallecido, y el escritor la ayudará en su accidentada investigación, que irá desgranando una oscura trama, relacionada con asuntos tan turbios y poco legales como la práctica de la eutanasia y la eugenesia, al tiempo que pone en peligro sus propias vidas. Paralelamente, la narración se traslada a la Alemania nazi, donde conoceremos los detalles de la construcción de una de las primeras cámaras de gas en el Castillo de Grafeneck, lugar, junto con otros similares, en el que murieron cientos de alemanes con deficiencias psíquicas y físicas, y donde se gestó la terrible idea del gran genocidio perpetrado contra los judíos y otras etnias consideradas impuras por los nazis.
Misterio, intriga, acción y romance en dos narraciones en apariencia independientes, que sin embargo acabarán confluyendo.