<p style="text-align:center">Injusticia, poder y corrupción del sistema carcelario mexicano. </b></p>
"¿Cómo diablos pasó esto?
¿De qué se me acusa?
¿Qué ocurrirá con mi familia?"
Miércoles al mediodía: César Romano sale de su casa; repentinamente, se le cierraun vehículo del que descienden dos personas. A jalones, lo bajan de su auto. Policía judicial... orden de aprehensión. Ahí comienza su pesadilla.
Inmerso en la corrupción de jueces, ministerios públicos y policías judiciales, se ve obligado a sobrevivir en el infierno de la cárcel y a enfrentarse a abogados penalistas que extorsionan por igual a sus clientes que a sus oponentes, cuyos excesos, desfiguros y cuestionables métodos son tan válidos y normales como el pan nuestro de cada día.
En la prisión, todos dicen lo mismo: no cometí crimen alguno.