«Solo él, excomulgado por religiosos y científicos, podía flotar sobre un mundo en transición y entender su magnífica complejidad. Hay cosas que únicamente ven quienes viven en el punto ciego de Dios».
Se dice que sin él la historia del mundo hubiese sido distinta. Juan de Prado, médico judeoespañol del siglo XVII, es considerado el padre olvidado de la modernidad. Tuvo en su contra dos condiciones: ser de origen judío y fiel creyente de la razón y la ciencia.En una época en que la Inquisición perseguía fervientemente no solo otras doctrinas religiosas, sino también todas aquellas corrientes de pensamiento que no fueran dogmáticas, el universo filosófico de Juan de Prado se consideraba el de un hereje. Tras muchas desventuras en su natal España y otros países europeos, se asentó en Ámsterdam, donde tuvo oportunidad de conocer al gran Baruch Spinoza. Su influencia en el filósofo fue tal que se le atribuye el origen del racionalismo y la heterodoxia religiosa spinozista.
Basada en una profunda y rigurosa investigación, El impío es una novela cargada de aventuras, pero también de las grandes preguntas que atañen al ser humano: ¿qué es la fe? ¿Puede el hombre regirse tan solo mediante la razón? ¿Cómo encontrar un sentido de la existencia?l