En su lucha por convencer al imperio de Bandakar de que se libere del yugo de la Orden Imperial, Richard resulta envenenado por uno de sus habitantes. Mientras el veneno consume su vida y su don le produce atroces dolores, Richard deberá enfrentarse a un ser maligno que parece conocer todos sus movimientos y que, por si eso fuera poco, le ha arrebatado a Kahlan. El tiempo se acaba. O bien el don o bien el veneno acabarán matándole y él debe encontrar y liberar a Kahlan antes de que eso suceda.