En El legado de la LOGSE, Francisco López Rupérez alumbra decisivamente el debate sobre educación en España, llevándolo al terreno de los hechos preservándolo de la servidumbre ideológica que tanto lo ha perjudicado. Su análisis de los datos proporcionados por UNICEF, UNESCO y los informes de PISA, entre otras fuentes, es concluyente: La LOGSE ha causado un daño muy grave, y la “comprensividad” propia del modelo de izquierda, al proscribir el esfuerzo, la autoridad y la tradición, ha hecho imposible el aprendizaje. Lo que los datos revelan, contra el tópico discurso “incrementalista”, no es un problema de gasto o de recursos, sino de concepción, y, en último término, un problema de antropología, de visión del hombre y de su relación con el conocimiento.