Estos cuentos no los inventé yo. Los leí en otros libros. Pero no crean que es trampa: son cuentos que no tienen autor y por eso cada uno puede volver a contarlos como tenga ganas. Se encontrarán con un hombre que tenía un pájaro que hablaba, un cuento africano donde engañan a los monos, y una zorra y una grulla en una historia muy divertida.