Corren los años de las primeras escaramuzas entre China y el Imperio Japonés, poco antes de la Segunda Guerra Mundial. En un pueblo alejado de los sucesos bélicos, una familia china asiste a la agonía de la abuela, eje emocional y mental del clan. A sus nietos, una joven de catorce años y un muchacho de diecisiete, los invaden dudas sobre sus vidas sujetas a férreas tradiciones. La anciana muere y los deudos guardan cuarenta y nueve días de luto riguroso. Pero abuela y nieta mantienen una conexión ultramundana que gravitará en el futuro de la adolescente. El país imaginado, que ganó el Premio Emecé 2011 por decisión unánime del jurado integrado por Claudia Piñeiro, Leopoldo Brizuela y Pedro Mairal, narra una historia íntima y delicada, que se pliega sobre sí misma como un mandala. El amor como piedra de toque de represiones y alucinaciones es el centro del relato, en cuyo clima misterioso nada está a la vista sino apenas sugerido. Con un realismo intenso, que desnuda la fragilidad del individuo ante una sociedad conservadora y ancestral, la novela avanza hacia un final imprevisible.