Hilarión y Graciana trabajan en una panadería. Feliciano es su mejor cliente, aunque Hilarión no lo soporta.
Ese rencor provoca un incidente: una partida de bizcochos pondrá en peligro a los hacedores de la revolución que comenzó ese Mayo de 1810. Los tres niños emprenderán una travesía para recuperar la caja de pasteles y en el camino descubrirán el valor de la libertad.