¿Qué tienen en común una costurera de alto diseño y un boxeador reacio a enamorarse?
La manera en que se rehúyen para no caer en la tentación de pecar en los brazos del otro.
Cuando Reyes decidió no volver a enamorarse, dos años atrás, lo hizo a sabiendas de que se cerraba a rehacer su vida y dejar ir el pasado: esta vez lanzándose con Nana. Pero un hombre como él, entregado a su trabajo y a su hija, no quería perder el norte por alguien que no mereciera la pena. O simplemente tenía miedo a intimar con la mujer que estuvo a punto de robarle la cordura.
Que Nana aparezca de nuevo en su vida pondrá de manifiesto que donde hubo fuego, cenizas quedan. Y que cualquier mínimo roce hará que el mundo alrededor de ellos arda por completo. De ahí que Reyes esté dispuesto a intentar salvar las distancias, sin perder el corazón en el proceso.
Pero Nana es dulce, es atrevida y ya le ha estado esperando demasiado tiempo. ¿Podrá Reyes alejarse una vez más de la tentación o decidirá caer de pleno en ella?