Tal vez por su oscuro pasado eclesiástico, el gran Rius se volvió experto en chistes irreverentes e imágenes iconoclastas sobre la santa madre y sus curas; en la presente antología, prologada por Carlos Monsiváis, el propio monero seleccionó sus mejores caricaturas sobre el tema.
En su prólogo a esta antología, Carlos Monsiváis escribe:
Hace todavía veinte años El santo humor, la antología de viñetas de humor y dibujos satíricos de Rius, habría sido objeto en México de la persecución típica: expulsión de las librerías, condenas en hojas parroquiales, amenazas telefónicas...
Sin que estos métodos hayan desaparecido del todo, las campañas antiheréticas pertenecen a la historia enmohecida de la intolerancia, y El santo humor circulará sin más. Sin embargo, vale la pena acercarse a estos mecanismos de la libertad.