El silencio del poeta

El silencio del poeta es un grito que retumba en cada recoveco del alma, no pide paz y en verdad no pide nada, sólo quiere sangrar para verter su dolorosa y reconfortante prosa sobre nosotros; para cubrirnos el cuerpo con su aroma de tinta violenta— violeta—y con ello, alentarnos a redescubrirnos desde adentro. Es un silencio atemporal y omnisciente: es un silencio que lo dice todo. Esta obra nos envuelve con su prosa y con cada palabra, nos empuja más y más al interior de sus páginas; nos invita a permanecer en ellas: quizás unas cuantas horas o tal vez varias décadas. La grandeza de este libro proviene de romper unos cuantos moldes y sacudir otras tantas estructuras. Andrea Armesto esgrime un códice con el que acalla voces mediante el grito de un alma y aquel silencio que expresa.