Esta obra singular tuvo un éxito inmediato desde su publicación, en 1874, y sigue siendo la más conocida de Pedro Antonio de Alarcón. El público y la crítica alabaron el ingenio de la trama y su original estructura, así como el humor, el tono castizo y los rasgos costumbristas que dan forma al relato con un –aparente– aire de sencillez. El momento era oportuno: los lectores añoraban historias enraizadas en la tradición popular, en una España que ya había pasado por una guerra con Francia, tres revoluciones burguesas, varios destronamientos, tres dinastías (incluido un Bonaparte) y una república.
El sombrero de tres picos cuenta la historia de una atractiva molinera, mujer casada y admirada por vecinos y visitantes. Pero el corregidor no se conforma con celebrar la alegre belleza de la muchacha con inocentes requiebros: tiene un plan para satisfacer sus deseos. Y el primer paso será alejar del molino al marido de la joven. La combinación de ironía y enredo amoroso es la clave de una popularidad que se ha mantenido hasta nuestros días y ha sido objeto de numerosas adaptaciones: del teatro al cine, pasando por el ballet de 1919, con partitura de Manuel de Falla y escenografías de Pablo Picasso y, posteriormente, Salvador Dalí.
Edición a cargo de Eva F. Florensa