En esta obra, el autor explora los profundos cambios acaecidos en los últimos tiempos con respecto al individuo como tal, así como las implicaciones que de ello se han derivado para la vida intelectual y cultural.
El yo saturado sondea los peligros y perspectivas que se le presentan a un mundo en el que el individuo nunca es lo que parece y la verdad radica, en cada instante, en la postura circunstancial del observador y en las relaciones entabladas en ese momento.