Un cuento tierno que demuestra que incluso los corazones más duros pueden aprender a latir de nuevo.
Petrus es un zapatero malhumorado, avaro y cruel, pero sabe remendar corazones heridos. No le gustan los niños, los lamentos ni escuchar penas de amor. Hasta que un día Asia, una niña de grandes ojos negros, entra por su ventana y se vuelve su asistente. Un día de invierno, una nevada lo alerta de la ausencia de la niña y descubre un corazón propio que late en su interior.