Después de Romper el hielo y Saltan chispas, llega la tercera novela de la serie Maple Hills, el fenómeno literario con el que Hannah Grace ha conquistado a millones de lectores.
Henry deberá aliarse con Halle, una librera encantadora, para que ambos consigan superar los retos que les depara el año universitario.
Cuando su mal hábito de procrastinar hace que acabe en una clase complicada y con el profesor que menos le gusta, Henry Turner se da cuenta de que va a tener que currárselo para sobrevivir a la universidad. Encima ahora es el nuevo capitán del equipo de hockey, así que no puede permitirse fallar. Y es ahí donde entra Halle Jacobs y la amistad que los une cuando él, accidentalmente, se acopla a su club de lectura.
Puede que Halle no tenga las aspiraciones románticas de las protagonistas de sus novelas favoritas, pero es una auténtica superestrella cuando se trata de hincar los codos. Nada más enterarse de que Henry está teniendo problemas en clase, se ofrece a ayudarlo. Entre sus propios estudios, el trabajo, el club de lectura y la novela que está intentando escribir, Halle no tiene mucho tiempo para ser tutora de nadie, pero ¿no dicen que las nuevas experiencias ayudan a salir de los bloqueos creativos? Henry promete que va a darle muchas…
Lo único que tienen que hacer es ceñirse al reglamento que han establecido.
Ah, y no enamorarse, claro.