El infierno del tráfico sexual y las mafias de prostitución, una nueva forma de esclavitud.
Los países de la Europa del Este son los principales proveedores de chicas de la Unión europea. Se calcula que unas 300.000 jóvenes trabajan como prostitutas. La mayoría han sido vendidas por mafias de tráfico sexual. Todo esto sucede ante nuestros ojos, en nuestras calles, bares, aparcamientos, carreteras...
Oficialmente, autoridades, jueces y políticos están en contra de esta deplorable situación. Sin embargo, la realidad nos dice que pocos son los traficantes sexuales que han sido condenados.
Iana Matei, rumana, empieza a colaborar como psicóloga para una ONG que se ocupa de menores en situaciones de precariedad. Un día, la policía le entrega a dos adolescentes que vienen del mundo de la prostitución forzada y así empieza a especializarse en el tráfico sexual hasta crear su propio centro de acogida y apoyo a las víctimas.
A lo largo de la narración descubre y denuncia la violencia, la venta de personas, y diferencia entre la prostitución voluntaria y el tráfico sexual.
Analiza las redes mafiosas que trafican con mujeres desde Rumanía hacia toda Europa: Italia, España, Alemania, Holanda… con el beneplácito (vista gorda) de las instituciones policiales y políticas.
Refleja estadísticas en las que se cita a España como primer país de desarrollo de la esclavitud sexual (referencia explícita a la Casa de Campo de Madrid).
Su objetivo no es sólo ayudar a los cientos de mujeres que pasan por su casa refugio, sino perseguir y denunciar a los cabecillas de las mafias, puesto que es la única posibilidad de erradicar esta plaga que se extiende como el aceite.