Un relato comprometido y conmovedor que, a través de distintas voces, ahonda en el dolor de ser un sobreviviente, el desconsuelo de una pérdida irreparable y la huella imborrable que República Cromañón dejó en nuestra historia.
30 de diciembre de 2004. Un recital en República Cromañón para despedir el año a puro rocanrol y un instante que marca la historia. Martín sobrevive a esa fatídica noche en la que tantos sueños fueron devorados por el fuego. Y a pesar de sus diecisiete años deshechos, empieza a escribir la última página de su paso por el secundario aferrado al recuerdo de Mariana. Sus compañeros de curso y Helena, la profesora de Literatura, serán fundamentales para ayudarlo a encontrarse en el dolor y poco a poco volver a aferrarse a la vida con la memoria como bandera.