Los tres primeros años de vida del niño son determinantes para su futuro intelectual: hay que enseñarles a aprender. Dependiendo de cómo se les enseñe, los niños tendrán más o menos facilidad para desarrollar todo su potencial. Debemos hacerlo jugando, divirtiéndose, divirtiéndonos, y disfrutando con los hijos. No se trata de crear niños superdotados, genios o empollones sino niños flexibles, ágiles y rápidos que se puedan adaptar sin problemas a todas las situaciones de la vida. El objetivo es que a través de las series de estimulación y de juegos que se proponen en el libro, organizados y definidos según cada edad (de 0 a 6 años), se impulse el desarrollo mental de los niños. Es un método práctico que permitirá estimular a los hijos y desarrollar su inteligencia desde el primer día, para que aprenda a aprender.