Este libro ofrece una serie de reflexiones sobre diversos episodios de la vida pública mexicana que el autor conoció de manera directa y cercana; muestra la importancia de cualidades como la capacidad de autocrítica y pluralidad que deben mostrar los políticos en cualquier parte del mundo, en especial en México. El autor afirma que la acción política sin la guía de una reflexión constante y una vigilancia de la crítica intelectual está condenada al vacío, al dogmatismo y la cerrazón, pues todo político, en especial si se asume de izquierda, debe caracterizarse por tener convicciones firmes y certezas éticas; y ser capaz de analizar el pasado, siempre abierto a diferentes lecturas e interpretaciones, para poder apreciar las amplias posibilidades del futuro.