Las raíces históricas de Escocia están profundamente arraigadas en el centro del país. Las batallas que se libraron en torno a Stirling modelaron el futuro de la nación. El paisaje está trufado de castillos de importancia histórica. Y en Perth, la antigua capital, se coronaban los reyes en la Piedra del Destino. Los viajeros que llegan desde Glasgow o Edimburgo sienten que se adentran en el norte. Las Lowlands dan paso a las esplendorosas Highlands y es aquí donde empieza a desplegarse la majestuosidad de los paisajes escoceses, entre bosques y cascadas, colinas escarpadas y ríos furiosos, con las siluetas de altos picos que los presiden como centinelas en el horizonte. Ya sea en los tranquilos bosques de Perthshire, en las Lowlands o en los pueblos de pescadores que salpican el verde litoral de Fife, las oportunidades de disfrute son innumerables: el excursionismo, el ciclismo y la pesca están al alcance de cualquiera. Existen también magníficos pubs y restaurantes, perfectos para terminar la jornada.
• Contemplar antiguos campos donde se luchó por la independencia desde el magnífico castillo de Stirling.
• Mantener el ritmo en St Andrews, la mítica cuna del golf, jugando en el famoso Old Course.
• Caminar con los pavos reales en el elegante palacio de Scone, cerca del lugar donde los reyes escoceses eran coronados.
Incluye: Stirling, Fife, Culross, Dunfermline, St Andrews, East Neuk, Bajo Perthshire y Kinross, Perth y Crieff.