Grecia, 1940. En la ciudad portuaria de Salónica, una guerra secreta está a punto de estallar. Mientras Adolf Hitler planea invadir los Balcanes, los espías cercan la ciudad. En los burdeles y en las trastiendas de oscuras barberías los sobres pasan de mano en mano, y los susurros corren por tabernas y locales nocturnos.
Costa Zannis, un oficial de policía de avanzada edad, regresa a Salónica tras luchar contra las tropas de Mussolini. Costa es un hombre valioso, con contactos en las más altas esferas y en los bajos fondos. Pronto se ve envuelto en un operativo para ayudar a refugiados judíos huidos de Alemania. Mientras la guerra amenaza la ciudad, el erotismo y la pasión crecen entre sus habitantes. Tres mujeres cambiarán los últimos años de la vida de Costa: una dama británica expatriada, una mujer de fama poco respetable y la esposa del mayor magnate del lugar.
Ésta es, sin duda alguna, una de las mejores novelas de Alan Furst, «el autor más inteligente de novela de espionaje» (The Daily Beast). Elegido entre los mejores libros del año por medios como Los Angeles Times, The Seattle Times o The Globe and Mail, entre otros, Espías de los Balcanes tiene la elegancia del cine clásico, el suspense de un thriller y la fascinación de la Historia: «No se puede pedir una novela más apasionante», The Wall Street Journal.