Una historia sobre violencia y aquello que a veces se confunde con amor pero no lo es.
Elena se ha encerrado en su recámara sin cenar. Repasa con la mirada, una vez más, las cosas de Liza: las toca con cuidado, como si evitara perturbar su sueño. Una a una va sacando las prendas ya arrugadas, los tenis que tanto le gustaban a su hermana, un par de libros de ciencia ficción que seguramente habría leído infinidad de veces. Mientras coloca nuevamente los objetos en su lugar en una especie de ritual, de entre la ropa cae una hoja. Parece ser una carta...
Esta es la historia de Elena, quien, sumida en una profunda tristeza por la muerte de su hermana, emprende un viaje que le permite sanar y conocerse a sí misma. En medio de leyendas y trágicas historias de desamor, descubre en el diario de Liza un remolino de secretos# y la verdad sobre su repentina muerte.