En "Estudios sobre los gitanismos del español" de Carlos Clavería encontramos razonamientos y disquisiciones lingüísticas sobre el gitano-español que me dicen más sobre la construcción del flamenco que media biblioteca de flamencología. De forma académica, con una arqueología bien practicada y una gran cantidad de iluminadores ejemplos, Clavería se permite entroncar mucho del español de uso con el habla gitana, con los argot de las clases delincuentes, con los modismos propios de los profesionales del flamenco. Y es capaz de hacerlo sin destruir las fuentes originales, sin tener que separar gitanos de no gitanos, condiciones laborales de condiciones de clase, y es que, muchas veces es en ese trasvase, de formas culturales o entre clases sociales, es en ese ir de un sitio a otro, es entonces que una palabra prende y se incorpora al oficial castellano. El rastreo, casi policial (reconozcamos que los antecedentes en el estudio del lengua romaní y de las jergas delincuentes, muchas veces inconvenientemente entremezcladas, estaban en manos de comisarios de policía, directores de prisión, jueces y fiscales de la audiencia) que hace de "Devel" y "Undevel", de "menda" y "mangue", de "mangante" o "guripa" no sólo es importante por el rigor filológico, también por el contexto y el modo de funcionamiento que otorga a estos usos de la lengua y que tan cerca están del funcionamiento del propio flamenco. En su prólogo el filólogo Ivo Buzek constata la vigencia de la mayoría de los análisis de Clavería, su actualidad. En muchos sentidos se trata de un instrumento privilegiado para separar los niveles reales de permeabilidad de una lengua, el español, ante los usos de la lengua rom, y los niveles fantasmáticos, los lugares comunes y monstruosidades que el folklorismo y la superchería de la afición flamenca han otorgado a la parte gitana del cante, el baile y la cultura flamencas. Estos estudios, publicados en 1951, son además modélicos según la mejor tradición filológica europea, sentando una base firme para trabajos posteriores en léxico gitano-español y de relaciones entre el caló y el español. Todos los que se han dedicado a la materia han reconocido su valor de obra de referencia vigente hasta hoy día.