¿Se puede pasar de ser desordenada e impuntual a llevar un negocio de forma brillante? ¿Se puede pasar de vivir alocadamente a madurar de golpe y ser tu propia jefa? ¿Se puede pasar de ligar con todos los chicos a entregar el corazón a solo uno?
Eva es... Eva.
Es impetuosa, desordenada, impuntual... No sabe ni freír un huevo y disfruta comprando ropa que es su pasión. Vive su vida como quiere, pero solo de viernes a domingo, cuando escapa de la rutina del trabajo en el bufete de abogados en el que se siente enclaustrada. No es que aquello no le guste, no es eso, es solo que la vida es mejor —mucho mejor— cuando no está bajo la presión del jefazo; su padre.
Pero no siempre puede uno obviar lo que le rodea ni evadir las responsabilidades. Y Eva lo va a descubrir de la peor manera. ¿Será el amor lo que la ayude a superar esos ataques de ansiedad que parece que la están hundiendo en lo más profundo?