Gabriel Consuegra y su hijo, Margarita Salinas y Carlos Ortega no se conocían. Es posible que hoy no se conozcan todavía. Sus vidas transcurrían como la de cualquier colombiano que lucha por salir adelante, pero sus destinos se cruzaron el día que por cuenta del azar terminaron en cárceles de Estados Unidos, acusados de narcotráfico y lavado de activos. Un vendedor de plátanos, su hijo, una comisionista de bolsa y un expiloto comercial permanecieron varios años tras las rejas. Fueron extraditados por error.